He comentado tanto por aquí como en las sesiones que tengo cada semana, la importancia de cuidar la preparación y el proceso ante un nuevo proyecto. y por supuesto, atender el momento presente. A veces escucho: «Sí, está muy bien eso de la actitud, ser positivo, optimista…; pero, ¿si en el momento de salir a escena o de presentar un trabajo, me atenazan los nervios? ¿Si me bloquea el miedo? ¿Qué hago?» Seguramente has vivido situaciones donde se repiten tus reacciones, cambian los lugares, las personas que configuran el paisaje, pero tu atasco es el mismo, se manifiesta de la misma forma una y otra vez. Un bucle del que es difícil escapar cuando aparece.
Bueno, lo primero es saber que nada de lo que te sucede tiene porque ser para siempre y que eso que sucede y se repite, puede tener que ver con tu vida, con asuntos inconclusos, con aspectos que no entiendes de ti o que quizá nunca hayas reparado en ellos, o al menos no de una manera consciente. Puede también que leer esto te resulte extraño, o que creas que es imposible cambiar o que todo camino conlleva un sufrimiento y que es el precio que te toca pagar… Pues yo, desde mi experiencia te digo, que no necesariamente. No hay nada que debamos soportar porque siempre haya sido así. Estamos muy pegados al auto concepto y con él a la idea de lo inamovible.
Te invito a descubrir esos caminos nuevos, a encontrar un espacio interno, amplio y confortable desde el que partir y al que volver. A explorar la flexibilidad interna. Estoy convencida de que te sorprenderás de la riqueza que hay dentro de ti y de tus infinitas posibilidades.
Empieza por escuchar tu cuerpo. Sus alarmas, sus reacciones, lo que le sienta bien y lo que no…
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